Tan pronto como se hace el diagnóstico, este defecto se repara quirúrgicamente, para evitar la presión alta en los pulmones.
La reparación es sencilla: la conexión (ventana) entre la aorta y la arteria pulmonar se cierra con un parche hecho de pericardio (parte de la membrana que envuelve el corazón) o de algún material sintético. Este parche (óvalo Rosado en la animación) se sutura en la posición del defecto y la incisión en el vaso por el cual se introdujo el parche se cierra con suturas.
Las posibilidades de tener dificultades post-operatorias dependen de qué tan temprano se haga el diagnóstico y la reparación del defecto. La estancia hospitalaria promedio es de 7 – 10 días.